Revista de desorientación contemporánea
De la raíz griega Mlávn (Pláne) de errancia creativa, deambular, desvío, también tiene un matiz muy fértil: explorar sin rumbo, vagar, abierto al descubrimiento.
Si lo transformamos en planea suena a imperativo positivo, imagina, sueña, proyecta, elévate, une la desorientación fértil con la capacidad de soñar y trazar planes.
